Todo sobre las vitaminas y los minerales

Sabemos que las vitaminas y los minerales provienen de nuestra dieta y también de los suplementos, pero ¿qué son?

Pues son moléculas. O, en el caso de los minerales, elementos.

Pero también hay otras cosas (más prácticas) que sabemos…

Las vitaminas y los minerales previenen las enfermedades, pero también nos ayudan a sentirnos con energía y salud.

Hace años, los profesionales de la medicina observaron que ciertos síntomas y enfermedades parecían estar directamente relacionados con la ingesta de alimentos.

Algunas personas enfermaban incluso cuando ingerían las calorías y proteínas adecuadas, mientras que otras no lo hacían. Los científicos determinaron que los tipos de alimentos que la gente comía -o más exactamente, que no comía- parecían ser la diferencia.

El ejemplo más famoso (que sin duda habrá oído antes):  Los marineros que realizaban largos viajes por mar eran propensos a desarrollar escorbuto, a menos que comieran cítricos. Resulta que bastaba con una rodaja de limón de vez en cuando para mantener a raya el sangrado de las encías.

A partir de este y otros ejemplos, los científicos dedujeron que debía haber compuestos importantes en los alimentos que prevenían -y quizás incluso curaban- las enfermedades.

Estos compuestos eran las vitaminas y los minerales.

Las vitaminas y los minerales proceden de los alimentos (y quizá de los suplementos).

Algunos nutrientes pueden crearse en el organismo -por ejemplo, algunas vitaminas del grupo B pueden ser producidas por las bacterias del intestino- pero otros no.

Así que tenemos que obtener nuestras necesidades de vitaminas y minerales de alimentos nutritivos (o suplementos), consumidos regularmente.

Si no consumes suficiente cantidad de una vitamina o un mineral, desarrollarás una carencia.

A veces, si la calidad de la dieta o la ingesta de calorías es baja, o la digestión y la absorción se ven comprometidas, no obtenemos suficiente cantidad de una vitamina o un mineral para satisfacer las necesidades de nuestro cuerpo.

Si esto se prolonga lo suficiente, podemos desarrollar una carencia.

Las deficiencias específicas de vitaminas y minerales provocan síntomas específicos (más adelante se habla de ello), e incluso pueden causar o agravar enfermedades crónicas.

Las deficiencias de nutrientes son comunes. Más del 30 por ciento de los estadounidenses tienen algún tipo de deficiencia de micronutrientes.

Estamos hablando de una deficiencia clínica. Las deficiencias clínicas suelen ser el punto final de una insuficiencia vitamínica o mineral prolongada y suelen presentar síntomas bastante evidentes.

Sin embargo, las formas más leves de deficiencia, a menudo de múltiples micronutrientes, son mucho más comunes. Estas formas más leves de deficiencia se denominan deficiencias subclínicas.

Por ejemplo, se estima que alrededor del 20% del mundo tiene una deficiencia subclínica de magnesio. En ciertas poblaciones, como las personas con diabetes tipo 2 mal controlada, puede llegar al 75%.

Vitaminas

Las vitaminas desempeñan diversas funciones en el organismo. Una de las más importantes es cuando actúan como coenzimas.

Las coenzimas potencian la acción de las enzimas y ayudan a llevar a cabo reacciones en el cuerpo, por ejemplo, la contracción de un músculo.

Las vitaminas son liposolubles o hidrosolubles.

Las vitaminas liposolubles se absorben con la grasa de la dieta. Si no ingerimos suficiente grasa en la dieta, no absorbemos correctamente estas vitaminas. Por eso, una dieta muy baja en grasas puede provocar deficiencias de vitaminas liposolubles.

Podemos excretar las vitaminas liposolubles a través de la caca, pero también podemos almacenarlas en nuestros tejidos grasos. Los tejidos grasos incluyen cosas como las reservas de grasa corporal, pero también las membranas celulares, que están formadas por grasa. Como las almacenamos, no tenemos que comer necesariamente estas vitaminas todos los días.

Las vitaminas hidrosolubles no necesitan grasa para ser absorbidas. Sin embargo, por lo general tampoco se almacenan en grandes cantidades en el organismo y pueden eliminarse por la orina. Por ello, hay que consumirlas más a menudo.

 

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