6 formas de sobrevivir al día con poco o ningún sueño

Todos hemos pasado por eso. Es nuestra receta menos favorita = una noche corta y un largo día por delante. Yo lo odio, tú lo odias. Y sin embargo, estamos aquí.

Pasar el día con poco o nada de sueño nunca es divertido, pero es necesario. Llámalo «adultez», si es necesario. Y aunque la mayoría de nosotros hemos pasado de odiar la hora de la siesta a abrazar plenamente un horario de sueño, la vida pasa y el espectáculo (bueno, el trabajo) debe continuar.

Así que aquí tienes seis pasos que utilizo para pasar el día cuando se me acaban los gases.

Haz una lista rápida de tareas

Soy la reina de hacer una lista rápida de tareas para el día que tengo por delante. Esta lista, que siempre está escrita a mano y que sólo lleva entre unos segundos y un par de minutos redactar, se hace la noche anterior o, en este caso, el mismo día.

A la mañana siguiente de una noche de poco o nada de sueño, haz una lista de las tareas más importantes que tienes que completar hasta que el día vuelva a ser completamente tuyo. He aprendido que desglosar mis días en orden de prioridad (por ejemplo, elementos de trabajo, citas, recados importantes, etc.) simplifica las acciones que tengo por delante, además de incentivarme a realizarlas con más ganas y facilidad.

Conoce como consultar tu caja de compensación aquí.

Bebe agua

Lo creas o no, una de las principales causas de la fatiga es la deshidratación. A estas alturas todos conocemos los beneficios de beber al menos la mitad de nuestro peso en agua, pero lo que quizás hayas olvidado es que el agua regula la homeostasis de tu cuerpo a través de la hidratación.

Básicamente, cuanta más agua ingieras en un día de cansancio, más alerta estará tu cuerpo y tu mente. Además, tendrás que usar más el baño, lo que te da una razón para levantarte y moverte, lo que también es bueno para que tu sangre fluya y tu energía se active.

Si tienes uno a mano, añade un poco de limón a tu vaso de agua o corta un par de gajos y exprímelos en tu botella. Y si necesitas (o simplemente quieres) una forma divertida de recordar que debes mantenerte hidratado, añade un recordatorio de agua a tu teléfono para que te avise de que debes beber un sorbo cada hora (o cada 90 minutos). Mi consejo: empieza el día con al menos 16 onzas de agua y limón y sí, hazlo antes de tomar un solo sorbo de café. Hablando de eso…

Toma cafeína (pero con moderación)

Es tentador no coger la taza de café más cercana después de una noche de poco sueño. Si te pareces a mí en mis tiempos oscuros, me conformé con una taza de Coca-Cola Zero cuando no tenía café a mano, a pesar de que había mucha agua y limones en mi nevera. Aunque el café o el espresso son una garantía segura para aumentar tu energía por la mañana, todos sabemos que conducen a una caída del sistema antes de tu primera reunión de Zoom.

¿Mi consejo? Tómate el café *después* del agua y tómalo a sorbos, *no de golpe*. Esto permitirá que los efectos de la cafeína entren lentamente en tu cuerpo y trabajen su magia de cafeína sin

 

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