BOGOTÁ, 8 ene (Reuters) – El rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia se atribuyó el sábado la responsabilidad de un ataque en la tercera ciudad más grande del país, Cali, que hirió a más de una docena de policías.
Operativos del ELN llevaron a cabo el atentado, que estuvo dirigido contra miembros del ESMAD, la temida unidad antidisturbios de la Policía Nacional de Colombia, la noche del viernes, mientras viajaban en un vehículo.
«A las 21:55 horas del 7 de enero nuestras unidades realizaron un operativo contra el ESMAD… en la ciudad de Cali», dijo el ELN en un comunicado publicado en un sitio web perteneciente a su denominado Frente Urbano, y agregó que sus miembros se retiraron ilesos.
El ELN y la policía nacional confirmaron que 13 oficiales resultaron heridos en el ataque, y los oficiales de policía dijeron que algunos resultaron gravemente heridos. No se reportaron muertes.
El ataque provocó la condena del gobierno y la policía, y el presidente Iván Duque lo denunció como un intento de los rebeldes de influir en las elecciones presidenciales de este año.
“Colombia no se doblega ni se doblegará ante el terrorismo y nuestro gobierno nunca recompensará a los terroristas”, dijo Duque en un mensaje en Twitter.
Colombia ofrece una recompensa de 1.000 millones de pesos por información sobre El Rolo, líder del frente urbano del ELN, y 350 millones de pesos por información sobre quienes planearon y ejecutaron el atentado, dijo el general Jorge Vargas, máximo responsable policial del país. Juntas, las dos recompensas ascienden a alrededor de $334,000.
Se estima que el ELN tiene unos 2.350 combatientes y ha luchado contra el gobierno desde su fundación en 1964 por sacerdotes extremistas católicos romanos.
Las conversaciones de paz entre el ELN y el gobierno de Colombia se congelaron después de que un bombardeo rebelde mató a 22 cadetes de policía en 2019.
El gobierno acusa al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de albergar a rebeldes del ELN y miembros disidentes de la guerrilla desmovilizada de las FARC que rechazan un acuerdo de paz de 2016, algo que el gobierno de Caracas ha negado repetidamente.